Tá rico el veneno, ¿eh? está rico…
¡Porque en eso se ha convertido el jodido sexo por internet, en veneno puro, joderrr!
Esto ya no es lo que era. Ya no hay respeto ni hostias.
Antes, en mis tiempos mozos (como vuelva a escuchar a alguien decir “cuando internet era en blanco y negro lo crujo, ¡lo crujo!) las cosas eran más serias.
Tú te creabas tu perfil para los chats donde ponías: “Mido 1,83 metros, soy rubio, ojos verdes, joven y cuerpo escultural, de gimnasio; me gusta la naturaleza, las chicas con las que mantener una conversación interesante, las películas románticas y pasear por los parques. Soy simpático y aspiro a formar una bonita familia”. Y era todo mentira, ¡mentira!
Y lo mejor es que la gente sabía a lo que iba, ya se olían la tostada de lejos y, aún así los muy salidorros, acudían a la cita como moscas a la mierda. Claro, si es que la gente va más caliente que el rabo de un cazo, joder, lo que pasa que les gusta disimular.
A mí lo que me revienta, y a eso iba, es que se han perdido las tradiciones. Ahora te haces un perfil de facebook o, mejor, de tuenti y la peña no sólo no miente y todo lo que pone es cierto… ¡si no que las fotos que usan son suyas de verdad! ¿Pero a ver, pipiolos, desde cuando lo que se usa para patrocinar es el mismo material que el que luego se vende en realidad? ¿Es que no habéis visto los puñeteros trailers de las americanadas esas que nos venden, que están todos hechos a base de flashes para enseñar poco y sólo se preocupan de sacar las pocas tetas que salen luego durante el metraje? Te lo pintan muy bonito para venderte pura mierda ¡y funciona!
Pues esto de las redes sociales tienen que ser iguales, llevar el mismo sistema. Si tú me pones una foto de pelirroja despampanante, con unas piernacas que de largas tienes que echar 3 semanas en terminar de abrirlas para mí, y unas mamellas que me tenga que operar las manos e implantarme 5 dedos más en cada una para poder abarcarlas ¡yo ya sé que eso es mentira! ¡Ya me espero que seas como la prima de Frodo Bolsón, un hobbit con los dedos de los pies peludacos y llenos de cayos. Pero, si ya nada más poner tu foto de perfil, veo que te pareces a un cruce entre Rossy De Palma y el Pozí, sólo pueden pasar dos cosas:
1) Que me cague de miedo pensando que, si eso es lo que utilizas para vender tus artes, cómo será la jodida realidad.
2) O, como segunda opción, que a mi depravada mente le baste y le sobre con semejante
esperpento fotográfico para montarme fantasías durante un par de semanas seguidas…
Sea como sea, los malditos avances tecnológicos lo han jodido todo y salimos perdiendo en esto de las citas de carne y hueso.
Y hablando de carne, tengo entre las manos un cacharro que debe pesar como 2 kilos y medio y ya me está pidiendo fiesta… Ay, bendita crema de manos de mujer, cuantas buenas tardes he pasado con estos dos elementos… ¡Y me sale más barato que invitar a cenar a una de verdad!
PANOCHO THE CLOWN
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