lunes, 15 de agosto de 2011

Jodidas vacaciones... si no fuera por los melones playeros...

La peña está mal de la chola con esto de las vacaciones.

Vale que te pasas todo el jodido año currando como un cerdo por 700€ mensuales (que,
ojo, están cojonudos, yo no sé de qué se queja la gente si con esa pedazo nómina se pueden comprar miles de cosas) y vale que el estar 11 meses encerrado en tu ciudad le toca los cojones hasta al mismísimo rey (por eso estará todo el día viajando con el sueldo que le pagamos entre todos, digo yo) pero es que es salir un puñetero rayo de sol y a los burgueses se os pira la almendra y salís cagando leches a la playa.

Menos mal que yo soy un ser superior que no comete esos mismos errores…



Y encima a la playa, hostias, si será por sitios buenos para ir a pasar el verano. Se puede ir a la montaña, ahí con las cabras a dormir debajo un chopo y a comer flores silvestres y otras gilipuerteces naturales más. Se puede ir a una casa rural, que ahora se ha puesto de moda timar a la gente cobrándoles por dormir en tu casa del pueblo, la que tienes a las afueras, y decir que aquello es una experiencia de la hostia. Se puede ir al extranjero. A Catalunya no, coño, más lejos; al extranjero de verdad, allí al carajo a conocer nuevas culturas como en el sitio ese donde viven tantos moros… que te puedes ir todo el mes e hincharte a mojar el churro con diferentes pavas a la vez y, encima, te tienen que estar agradecidas por respetar su cultura. Pero a la playa… ¿a la playa?

La playa estaba cojonuda antes, en mis tiempos, que se llenaba aquello de unas guiris más altas que la hostia y con unos melonacos que ya le gustaría al frutero de mi barrio catarlos. Y venían a gastarse el pastizal y a que las mandaras calentitas pa casa, que le metías al marido unos cuernacos que hacía juego con la cabeza de ciervo que tenía en el salón y todo. Pero ahora… ¡ahora no se respetan las bellas costumbres patrias, copón!

Las guiri-gambas estas ya no quieren nada con españolitos de pata negra, como un servidor, sólo buscan niñatos veinteañeros vigoréxicos y con el cerebro guardado en un bote de cristal en la nevera, que no les vaya a dar por pensar o algo y cojan malos hábitos… Donde estén unos bíceps más grandes que la cabeza de Pepe Navarro y unos pectorales afeitados y llenos de aceite a lo mariposón, que se quite una buena conversación ¡con dos huevos!

¿Y qué me decís de los putos viajes organizados? Todos ahí 8 horas y media en el autobús a 90 por hora, con los chorretones de sudor cayendo por la frente y la sobaquera apestando porque, o llevan jodido el aire acondicionado, o lo tienen puesto bajito para que la señora de 200 años de la primera fila no se resfríe.

Que sales de la estación a las 12 de la mañana y toda la gente montando un escándalo de la hostia ahí dándote por saco… Que si yo me quiero sentar al lado de la ventanilla, que te levantes, que ahora llamo a la familia por el móvil para avisar que el autobús sale en 5 minutos, que ahora me levanto yo para colocar arriba un bolso de mano o una jodida mochila o lo que se tercie, que vuelvo a llamar pa decir que ya arranca, que si me dejas salir un momento al baño que me estoy mareando y te voy a potar encima como no te quites, que llamo a casa otra vez para decir que ya llevamos dos horas de camino, que si ahora saco una revista y te ocupo medio asiento mientras la leo, que si me llaman al móvil para preguntarme a dónde voy a querer ir a cenar cuando llegue, que según cuelgo me vuelven a llamar los de Timofónica para venderme una tarifa plana y como no los oigo bien por la cobertura lo hablo todo a voces, que me vuelvo a levantar para coger el Mp3 y ponerme a escuchar música, que el conductor para 5 minutos de mierda en una estación donde nos tragamos el humo de los tubos de escape y ni me da tiempo a ir a mear, que según me subo con el calor de los cojones me quedo dormido y acabo con medio cuerpo aplastándote el resto del viaje, que si los malditos críos del asiento de atrás no dejan de clavar las rodillas en el respaldo, que si ya llego en 5 minutos otra vez a voces por el móvil… ¡Joder, pura diversión de la buena, amiguitos!

Me voy. De vacaciones, sí. Al salón de mi maldito piso okupa con 6 litronas y el ventilador a toda hostia puesto en los huevacos pa tenerlos bien fresquitos, que nunca se sabe cuándo van a volver a entrar en acción…

PANOCHO THE CLOWN

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